Traté de estudiar y trabajar duro
para poder ofrecerle a mi familia una vida mejor. Como muchos me equivoque.
Busque con mis propios méritos ser feliz y hacer feliz a mi familia. Sin embargo en este mundo esto produce estrés
e infelicidad. Para ganar mucho dinero se necesita trabajar mas duro que los demás.
He visto que en la mayoría de los caso son los que sacrifican más tiempo los
que llegan a ser millonarios. Pero esto tiene un precio: el tiempo. El único recurso
que se va fácilmente y no hay forma de regresarlo. El tiempo que usamos para
trabajar horas extras se lo robamos a nuestras familias. Ahora entiendo porque
Dios nos dio la ley del sábado. Principalmente, el sábado, Dios lo creó para el descanso.
Trabajamos arduamente durante la semana y nos merecemos descansar. Pero no es
un descanso cualquiera. En este descanso debemos descansar con Dios y con
nuestras familias y seres queridos. Pues si recordamos lo que dijo nuestro
señor Jesús: “Debemos amar a Dios por sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como
a nosotros mismos”. Mirado desde este punto de vista, el sábado es la gran
oportunidad para amar a Dios y a nuestro prójimo. Lo que esto significa es que
podemos orar y elevar nuestros cantos sagrados a Dios en la comunidad religiosa a la que
pertenecemos. También es una gran oportunidad para llevar a nuestros hijos al
parque, a tomar un helado, o a cualquier otro lugar que ellos disfruten. Otra
cosa que podemos hacer es decirle a nuestra pareja cuanto la amamos y disfrutar
de su compañía. Y también es una gran
oportunidad para hablarle a nuestros seres queridos de Dios y ayudarlos en lo
que necesiten. El sábado entonces no es
una prohibición de trabajo sino una oportunidad de acercarnos a Dios y profesar
nuestro amor a los demás sin preocuparnos por los frutos de nuestra labor. En
occidente tenemos una gran bendición porque nuestro descanso dura dos días generalmente:
El sábado y el domingo. Sigamos entonces la palabra con devoción y veremos que
Dios nos seguirá dando más bendiciones en este mundo y en el venidero. Gloria a
Dios.